Una de las medidas estrella anunciada hace ya cosa de un año por el presidente Trump durante la campaña electoral podría hacerse realidad antes de que finalice el año. El pasado 2 de noviembre, el presidente del Comité de Recursos de la Cámara de Representantes (House Ways & Means Committee), Kevin Brady (Republicano – Texas), presentó un borrador de proyecto de ley de reforma fiscal denominada “Ley de Rebajas Fiscales y del Empleo» (Tax Cuts and Jobs Act of 2017), que fue aprobado por el Comité de Recursos el 9 de noviembre y por el pleno de la Cámara de Representantes el 16 de noviembre. En paralelo, el 9 de noviembre, el presidente del Comité de Finanzas del Senado (Senate Finance Committee), Orrin Hatch (Republicano – Utah), presentó en dicho Comité una versión parecida al proyecto de ley de la Cámara, que fue aprobado por el pleno del Senado el pasado 2 de diciembre.
Ambos proyectos de ley abogan por una reducción significativa de impuestos tanto para las sociedades como para las personas físicas, modernizan las normas en materia de fiscalidad internacional y, en términos generales, simplifican el Código Tributario. No obstante, los textos presentan algunas diferencias significativas, por lo que las dos Cámaras están discutiendo ahora, en el Comité Conjunto de la Cámara y del Senado (Joint Conference Committee), cómo reconciliar las diferencias para llegar a un texto de consenso, que deberá ser sometido de nuevo a votación por ambos plenos antes de que el presidente lo convierta en ley con su firma. El presidente Trump ha expresado su deseo de poder promulgar la ley de reforma fiscal antes de Navidad.
Como se explica en este NewsAlert, la propuesta de reforma fiscal es importante y, de aprobarse, probablemente constituirá la modificación con más impacto desde que el presidente Ronald Reagan promulgó la Ley de Reforma Fiscal hace ya más de 30 años, en 1986. No obstante, dada la falta de apoyo suficiente por parte de la mayoría republicana en ambas Cámaras, se han caído algunas de las medidas más rupturistas planteadas por varios congresistas republicanos en junio del año pasado. Así, por ejemplo, los proyectos de ley no proponen un impuesto sobre la base del flujo de caja ni un ajuste en frontera.
Finalmente, dado que los republicanos solo tienen 52 de los 100 senadores y en los procedimientos legislativos ordinarios los proyectos de ley de índole fiscal requieren el apoyo de una supermayoría (al menos 60 senadores), el senador Brady presentó el proyecto de ley bajo el procedimiento de reconciliación presupuestaria. En este sentido, cuando el Congreso aprobó la Ley de Presupuestos para 2018, incluyó instrucciones para que el déficit fiscal que produjera la futura reforma tributaria no superara 1,5 billones de dólares en los siguientes 10 años. Esto significa, por un lado, que el proyecto de ley en el Senado ha podido aprobarse por mayoría simple pero, por otro lado, bajo el procedimiento de reconciliación presupuestaria, algunas de las rebajas de impuestos incluidas en el proyecto de ley del Senado quedarían sujetas a una derogación automática (sunset provision) dentro de unos años.
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