El pasado 23 de febrero se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Resolución de la Dirección Estatal de la Administración Tributaria, por la que se aprueban las directrices generales del Plan Anual de Control Tributario y Aduanero para 2016.
La resolución establece los principales sectores o tipologías de fraude sobre los que la Agencia Tributaria propone centrar su atención en el ejercicio 2016, entre los que por primera vez, se incluyen líneas específicas en cumplimiento de los objetivos fijados por el Proyecto BEPS (Base Erosion and Profit Shifting) de la OCDE.
La Agencia Tributaria pretende centrar sus esfuerzos en 2016 sobre la lucha contra la utilización de estructuras de planificación fiscal internacional agresiva, como en el aprovechamiento de las lagunas e inconsistencias de las normas de fiscalidad internacional que permiten la reducción de las bases imponibles en aquellos territorios en los que se produce la generación de valor, así como el traslado de beneficios a territorios de baja o nula tributación, donde la actividad económica es nula o inexistente.
Además, va a impulsar la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional, organismo que potenciará el examen de las principales áreas de riesgo asociadas, con una atención preferente y control sobre las siguientes áreas: operaciones que se sirvan de instrumentos y estructuras híbridas de planificación fiscal agresiva para eludir o minorar el pago de impuestos en España, operaciones de adquisición de participaciones con apalancamiento (fundamentalmente cuando la operación tenga como finalidad generar gastos financieros), operaciones realizadas con paraísos fiscales, pagos al exterior de especial relevancia o complejidad a los que resulten de aplicación medidas anti-abuso, detección de establecimientos permanentes radicados en España, control en materia de precios de transferencia, reestructuración empresarial, servicios intragrupo, y operaciones sobre intangibles. También se pretende desarrollar una mayor cooperación internacional en la comprobación simultánea con otros países.
La Agencia Tributaria también ha puesto especial atención en la economía digital, desarrollando protocolos de actuación sobre empresas de comercio electrónico, las que alojan sus datos en la nube, realizando actuaciones dirigidas a la comprobación de la tributación de negocios que operen a través de la red.
Otras áreas de interés para el ejercicio son: la economía sumergida, investigación de patrimonios y de rentas en el exterior, la prestación de servicios de alto valor, el fraude organizado en IVA, control sobre operaciones, regímenes jurídicos tributarios, obligados tributarios y sectores de actividad específica, el control de productos objeto de Impuestos Especiales, el control de Impuestos medioambientales, el control aduanero, la prevención del contrabando y represión del narcotráfico y blanqueo de capitales.