Se estima que la falta de competencia en las licitaciones públicas supone sobrecostes de aproximadamente 48.000 millones de euros anuales.
En febrero de 2011, las autoridades de competencia iniciaron una campaña de fomento de la competencia en los procesos de contratación pública a través de la Guía sobre Contratación Pública y Competencia que se centraba en la fase de diseño y celebración de los procedimientos de contratación.
En el marco de dicha campaña se han abierto numerosos expedientes sancionadores por manipulaciones de licitaciones públicas en diversos sectores de la economía.
La CNMC da un paso más en el ámbito de la persecución y publica una nueva herramienta que persigue la colaboración de los órganos de la Administración Pública en la detección de indicios de cualquier tipo de comportamiento anticompetitivo de las empresas oferentes en los contratos públicos y en su denuncia de forma confidencial y anónima. Entre los indicios de manipulación de concursos la CNMC destaca:
- Reducido número de licitadores
- Ofertas incoherentes de un mismo licitador
- Subcontratación no justificada entre las empresas licitadoras
- Patrones de comportamiento sospechoso entre las empresas licitadoras
- Ofertas de varias empresas presentadas por la misma persona física o jurídica
- Similitudes sospechosas entre las ofertas
- Existencia de elementos que indican la posible existencia de un boicot
- Ofertas económicas de idéntica redacción, formato o errores
- U.T.Es entre licitadores sin justificación aparente
- Ofertas no competitivas